Noticias
Vuelta al cole
Septiembre siempre es un mes de contrastes, al menos en mi caso. La alegría de un verano que se resiste todavía a pasar a ser archivado en el cajón de la memoria y mutar en recuerdos gráficos en los muros de Facebook o Instagram, rivaliza con la vuelta al “cole” (la oficina) y toda una montaña en forma de problemas y asuntos pendientes que, como seguramente hicisteis muchos de vosotros el viernes 29 de julio, fueron objeto de patada a seguir hasta la nunca bien ponderada vuelta en septiembre.
La rigidez y el rigor del calendario nos marca siempre el uno de enero como el comienzo de la “temporada”, el comienzo de un año en el que todo el mundo en teoría debe hacerse a sí mismo una serie de nuevos propósitos que cumplir, fijarse nuevas metas y hacer una especie de cronograma personal en el que figura la realización de nuevos proyectos. Nunca estuve de acuerdo, ya que para mí el verdadero comienzo del año, como ya lo era cuando era un niño en los primeros años de colegio, siempre fue este, esta época del año y estos días.
El verano y esa enorme burbuja de aislamiento que supone no hace otra cosa que reforzar lo anterior, es el verdadero punto de partida del año, el box de salida donde poner en orden ideas para nuevos proyectos o relanzar los que tenemos en curso barnizándolos de un nuevo aura que los haga mejores, al menos, hasta que lleguemos a enero y entremos de nuevo en ese periodo reflexivo donde este post tenga el mismo sentido que ahora si omitimos mi pequeña oda al verano en los dos anteriores párrafos.
De forma práctica y simple podría entenderse muy fácilmente el título del encabezado a continuación, ya que ¿acaso existe mejor metáfora de la “vuelta al cole” que la analogía entre el uniforme de nuestra época colegial rescatado tras un verano en el cajón con la vuelta al armario por las mañanas, al traje y a la corbata?
Pues sí, también discrepo. El ir construyendo un estilo propio, el romper con las cadenas del “uniforme” y elegir con clase día tras día al abrir el armario siempre supone una ruptura con la rutina y es sinónimo en estos días a las puertas del otoño a alargar o estirar la baza de ese verano que se resiste a terminar. Siempre es una “vuelta al cole” entrecomillada como ilustra el título de este post cuando uno vive el momento de forma intensa y atemporal y los alicientes que tiene alrededor son suficientes para hacer del disfrute de la vida lo verdaderamente primario y fundamental, relegando lo circunstancial al plano de lo circunstancial.
Escapar del corsé del lunes, del martes, escoger una identidad propia al vestir en cualquier ocasión, esas pequeñas cosas también alargan nuestro verano y por supuesto que sí que vale para alegrarnos cualquier día o enfocarlo de otra manera.
Es época de propósitos y ya que hablamos de propósitos, dejemos que MAGOOLI participe en ellos….